Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el arte de vivir juntos, como hermanos. Martin Luther King

martes, 22 de febrero de 2011

DESDE MI PUNTO DE VISTA


Hoy a sido un día especial para el mundo dentro de lo particular de la vida de cada uno.
Cuando nos levantamos por la mañana, más o menos, todos somos conscientes de cual será nuestro día, sabemos sin saberlo muchas cosas, sabemos que nadie nos privará de la libertad por despotricar a ZP en el super, con el vecino, en clase, por despotricarle sin miedo, sabemos que no iremos a la cárcel por tener un amigo homosexual o una relación de pareja no formalizada ante ninguna institución religiosa... todo eso lo sabemos porque vivimos en un País libre, sin un dictador que implante la política del terror para que le adulemos y digamos ante los medios que no nos fustiga ni nos aplaca con ira represora cuando levantamos la voz por encima de la suya.
En las últimas semanas hemos vivido como el ser humano unido, ha sido más fuerte que todo el peso de una gran nación como Egipto y como un señor que se incendio a lo bonzo fue la chispa que encendió la mecha y como esa mecha recorre el mundo árabe.
Miles de árabes gritan y luchan por su libertad, señores, esa lucha esta fuera de toda política, no podrá ser detenida por lideres políticos ni por armas de fuego, esa lucha solo terminará con la llegada de la libertad.
Como se dijo en el pasado sobre EE.UU "despertar a EE.UU es como molestar a un león dormido" permitan me mis lectores rectificar y decir "despertar la ira de un pueblo oprimido es como despertar a un León dormido" y es que, el pueblo árabe ya se ha levantado, ya ha golpeado la mesa ya se ha cansado de estar sometido a la política del Terror

y a que se debe esto? sencillamente se debe que el pueblo árabe ha salido fuera de sus fronteras a conocido y convivido con otros en libertad y armonía y quiere que sus hijos disfruten y gocen de una libertad que no tuvieron sus padres y abuelos.
Y nosotros, ¿que podemos hacer? no se piense el lector que andamos exentos de responsabilidad, cada gota de esa sangre derramada es un ejemplo que debemos de tomar, partiendo de valorar la infinita suerte  y gracía de no padecer cada día una lamentación como la del vecino islámico, siguiendo por no olvidar que lo que hoy disfrutamos es fruto del esfuerzo de nuestros abuelos y de la lucha que ahora otros están viviendo y por último no debemos dar la espalda a aquellos que como nosotros hoy se debaten entre la vida y la muerte por un pedazo de dignidad, ellos no tienen miedo porque la causa es justa.

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